Acude a consulta una mujer de 27 años quien refiere, muy alterada, que su niña de dos años y medios no es normal, o que ella no sabe cómo tratarla, que no le hace ningún caso ni a ella ni a nadie en la casa, es muy desobediente, no quiere dormir, ni hacer nada de lo que ella le manda. Le dan perretas con mucha frecuencia, donde grita de una forma loca e irracional. Esto ha hecho que ella se sienta muy frustrada como madre, alterada, deprimida e insatisfecha con la vida. Se siente incomprendida, con muy poco apoyo familiar y sin recursos para llevar adelante la educación de su hija.
Esta muchacha refiere que este no fue un embarazo planificado, ni deseado. Que decidió mantenerlo por estar estudiándose nódulos en la tiroides y temer algún trastorno endocrino que la dejara infértil en un futuro. Que la pareja aceptó la decisión de ella pero sin mucho entusiasmo. Se define como una persona muy inestable emocionalmente, que se deprime con mucha frecuencia, que tiende a tener un temperamento muy colérico y agresivo y ser muy susceptible.
Que pienso:
Ante todo hay que tener en cuenta que la familia funciona como un sistema y que si ella está alterada, se encoleriza y se muestra agresiva esto afecta al resto de la familia y sobre todo a la niña pequeña quien se mostrará de la misma manera o sea colérica (perretas y gritos), agresiva y negativista (negarse a hacer las cosas que se le indican, no hacer caso) y no respetará a una madre que no tiene control de la situación.
Que la madre tiene 27 años, sin experiencias y sin una planificación, ni un proyecto elaborado sobre la maternidad, ni por ella ni por el padre. Lo que hace más difícil la dura tarea de educar a un hijo. Los hijos solo se deben tener cuando se quieren tener y hay condiciones para ello y cuando se tiene bien definido el proyecto familiar futuro y aun así se hace difícil la tarea de ser padre. Evidentemente esta muchacha no está preparada para asumir la maternidad. Pero ya es tarde para cambiar de idea y nunca es tarde para aprender a ser un buen padre.
La niña está en una etapa del desarrollo psicológico conflictiva que se conoce como la crisis de los tres años o crisis de la personalidad. La niña tiene 2 años y medio y puede perfectamente estar dando manifestaciones de esta crisis que se caracteriza por la imposición de sus deseos y criterios, mostrarse voluntariosos, querer hacer las cosas solos y a su manera y sobre todo por las perretas como método utilísimo para conseguir lo que desean.
Que le recomiendo a esta mamá:
Ante todo no pensar que su niña no es normal, al contrario está dando muestras de reaccionar completamente en correspondencia a su edad psicológica y a la situación o entorno familiar agresivo en que se encuentra. La niña está reaccionando y comportándose normalmente.
La madre tiene que aprender a controlar sus estados emocionales para lo que le vendría bien un tratamiento psicoterapéutico de manera individual y la familia debe aprender a tratar con una niña de 2 años y medio, en plena crisis de desarrollo, para lo que vendría muy bien una consejería y orientación psicológica familiar.
Orientarla para interactuar correctamente con la niña en esta etapa, ante todo debe tenerse respeto por la individualidad y el espacio personal de la niña, pues es lo que exigen fundamentalmente con esta conducta , al haber descubierto ya el ¨yo mismo¨ que es lo que da origen a esta crisis. Debe tenerse en cuenta su criterio, darle participación en algunas cosas, no imponerle las tareas, negociarlas y tener claro siempre ambas que la decisión final recae en el adulto.
Con relación a las perretas, la mejor manera de erradicarlas de la conducta es ignorándolas, no alterarse, no reaccionar ante su llanto y gritos. No agredirla. No regañarla ni culparla de majadera, no decirle que no se le querrá mas por eso, no darle lo que pretende obtener mientras no esté calmada. Realmente es muy difícil pero hay que ignorar totalmente esta conducta hasta que cese. Si no se tiene resistencia ante ella esta conducta manipuladora puede aumentar en frecuencia y tiempo e incluso llegar a convertirse en una forma de solución a los problemas.
Que madre no ha sufrido una perreta que difícil se hace a veces controlar esto. ¿Han tenido ustedes la experiencia? ¿Han logrado controlarla de otra manera? ¿Qué consejos le darían a esta madre inexperta?