En consulta veo a una mamá que trae a su niño de 4 años pues cree que el niño ha quedado traumatizado después de una situación de abuso lascivo que sufrió hace seis meses cuando una vecina lo puso a realizar juegos sexuales con una niña de cinco años, también vecina, mientras ella miraba lo que sucedía. La madre se enteró de esta situación pues el niño se lo contó e inmediatamente hizo una denuncia a la policía y a menores para que tomaran medidas con esta adulta. La situación conllevó que los niños fueran entrevistados por personal calificado en un centro especializado de violencia infantil y la vecina fuera sancionada a 7 años de privación de libertad tras un juicio.
Los especialistas de dicho centro no le dieron seguimiento al niño pues según expresa la madre le explicaron que en ese momento no era necesario y que lo observara a ver si tras un tiempo el niño presentaba algún problema y en ese caso lo atenderían.
Han trascurrido seis meses de la situación y la madre está muy preocupada pues el niño tiene ideas y juegos sexuales muy frecuentes, casi todo el día se lo pasa en esa actividad, acosa a sus amiguitas y vecinas diciéndoles que son sus novias y les quiere dar besos en la boca. Se frota contra la pared y la besa, se manipula los genitales y busca que su hermanito de un año también lo haga en forma de juego. Toda esta explicación la da la madre delante del niño quien se muestra en todo momento muy interesado en lo que están hablando de él. Le pregunté a la madre si esta preocupación sobre el niño la comentaban en la familia o con otras personas delante del niño y dijo que sí, que todo el mundo estaba muy preocupado por eso y que en la casa ese era el tema central de conversación.
Que pienso:
Indiscutiblemente esta vivencia ha dejado una huella importante en este niño que le ha provocado un trastorno de las emociones y el comportamiento.
La constante conversación de la familia y los vecinos sobre el tema no ha permitido que el niño olvide lo sucedido y lo mantenga aun fresco y vivo en su memoria.
No se puede dejar de tener en cuenta que esto sucedió a los 6 meses de nacido su nuevo hermano y le dio nuevamente la centralidad que había perdido con su nacimiento.
Que recomiendo:
La situación debe dejar de ser tratada constantemente y cuidarse mucho de que el niño escuche nuevos comentarios u opiniones sobre lo sucedido, para poder enfriar la situación y que vaya poco a poco perdiendo centralidad e importancia a los ojos del niño.
Los padres deben darle mucha atención y afecto para que sienta que su familia lo apoya porque lo quiere y porque es muy importantes para ellos, pero no porque tienen lastima o están muy preocupados por lo que le pasó. Esto ayudaría a que no buscara centralidad con conductas llamativas. También ayudaría a que no se sienta desplazado por el nuevo hermano.
Hay que tratar de mostrarse indiferente y brindarle actividades más motivantes en los momentos que él está con estas conductas sexuales para desviarle la atención de la misma de una manera indirecta, sin regañarlo ni decirle que no haga eso y así evitar un reforzamiento de la misma.
Hay que brindar a este niño una estimulación activa, desarrollar nuevos intereses, buscar juegos y actividades nuevas que lo mantengan entusiasmado, entretenido y que le sirvan de aprendizaje de nuevas formas de distracción e interacción con otros niños y adultos.
En caso que el niño no mejore con lo orientado debe ser seguido por ese centro especializado para revertir el daño ocasionado en el desarrollo de su personalidad.